LA ANGELITA, LA MARCE Y LA LUCRE:
Estas tres mujeres han dejado y dejan en mi vida huellas imborrables difícil de explicar. Las tres con sus distintas particularidades tienen un hilo conductor que las ha hecho parecidas y como si se hubieran puesto de acuerdo en hacer un pacto tácito para obrar y moverse en distintas oportunidades de alguna manera parecidas. ¡Tantas cosas que tienen y han tenido en común!
Su forma de caminar, de bambolearse, de dirimir cuestiones, de complotarse, pensar, coincidir y confabularse a pesar de la brecha generacional que las separaba, hasta cierto punto.
Calladas, con mucha fortaleza espiritual, y con un halo de misterio que las envolvía a las tres, y que aún hoy, que la Angelita no está físicamente entre nosotros, la Marce y la Lucre lo conservan.
Muy «secreteras», es decir, por un lado: como si siempre tuvieran un secreto y por otro: capaces de guardarlos. ¡Qué grandes virtudes!
LA ANGELITA.....
A pesar de su edad tenía la sabiduría que solo los grandes de espíritu y de corazón han podido lograr de aggiornarse a los cambios de tiempos vertiginosos que nos abalanzó el pasado siglo xx, siempre de buen humor, haciéndose la “zonza”, (como si nunca supiera nada de nada, pero que a la vez sabía todo, de todos y de todas las cosas) pero “pispando” todo y a la cual no se le pasaba nada.
Vivía preocupada, no sé muy bien porqué y creería que ella tampoco lo sabía, pues en realidad se preocupaba por todo y tal vez por nada en especial.
Andaba por la vida buscando a alguien a quién hacerle un favor, sin pedir nada a cambio. Su «prole» era su principal preocupación, pero no obstante, los problemas de la humanidad la tenían absorbida muchas horas de sus días. Si bien no tenía las herramientas técnicas, ni académicas, ni intelectuales, para poder armar un proyecto que le diera sentido a «como resolverle esos problemas a todos», sabía escuchar a todos, fundamentalmente por aquellos de su familia, sus nietos, sus hijos, y también de todos aquellos que conocía y los que no conocía también. Le preocupaba la Paz en el mundo, el hambre, la desocupación, la ecología. Sabía no sé cómo de todas las cosas.
Trataba de hacerse muy amiga de los jóvenes y su vitalidad iba más allá de todo.
Muy andariega, sociable y solidaria. Le encantaba andar y treparse a los colectivos, porque allí ella hacía su vida social. En la fila de los colectivos, con 40 grados de calor o con siete grados bajo cero conversaba con cualquiera, le preguntaba cosas, y no le importaba un bledo si el colectivo tardaba media hora, cuarenta y cinco minutos o se pasaba de la hora. Para ella ese era su “recreo” más importante.
A nada decía que no, sobretodo si la invitaban a alguna parte, ella iba siempre dispuesta a pasarla bien y a divertirse. No tenía problemas en relacionarse, ya sea con gente de lo más simple y sencilla como así también de cualquier personaje del acontecer político, artístico, o intelectual. Ella iba a “Su aire”.
Nadie sabía a ciencia cierta qué pensaba, todo lo trataba de solucionar, aún habiendo pasado años de grandes privaciones, tristezas y grandes pérdidas. Conservaba su espíritu vital, pero así también era muy jodida cuando se lo proponía. Nada para ella era imposible, desde ir en carpa con las sobrinas en el monte no sé cuánto en México, como así también de participar en las cosas más insólitas, como de ir a los pubs, por ejemplo de la llamada Zona Roja Cordobesa cuando cantaban o cuando tenían algún evento importante alguno de sus nietos. Siempre los inducía a hacer lo que ellos querían, y para eso siempre estaba presente.
De la misma manera alguna siesta la encontrábamos trepada a la higuera cortando brevas que le encantaban, así también como cualquier tipo de frutas. Comía de todo, ¡Cómo lima nueva!. Nunca le faltaban en su cartera las golosinas, ¡Parecía que tenía su kiosco propio, lo que por las noches parecía una laucha pelando caramelos en la oscuridad.
Le encantaban las reuniones sociales, aunque por mucho tiempo por distintas razones por las que fue pasando su vida no pudo hacerlo. Antes de su jubilación, allá por los años setenta y pico ya andaba viajando por distintas zonas de la provincia intentando buscar distintos horizontes, -Era necesario por su actividad laboral, pero ella hacía más de la cuenta, siempre iba más allá de lo que le correspondía por obligación laboral-, que en definitiva es lo que le hizo tomar vuelo a su vida. Se manejaba sola con una tranquilidad y se movía “como pez en el agua”.
Al morir su compañero, el Coco, sufrió mucho, pero como era su costumbre no lo demostraba, lo vivió para adentro. Sí, se le cayeron unas lágrimas de dolor. Ésa vez y cuando fallecieron sus dos hijos mayores y su madre fueron las únicas veces que recuerdo que lloró desconsoladamente, pero aún así ella pudo desplegar otras potencialidades porque ahora las circunstancias habían cambiado y comenzó a “Ser Ella”.
Allí la empecé a ver con otros ojos, con otra dimensión, de otra forma; allí como que empecé a conocerla, pero no del todo, porque siempre guardaba algo para ella misma, algo en su interior.
.................... Es por ello Angelita que te escribo y sé que estés donde estés estarás mirando, evaluando y me darás la fuerza necesaria para seguir tus pasos, tus enseñanzas.
................ Seguirán los amaneceres, claros, luminosos, oscuros, opacos y lluviosos. Seguirán los crepúsculos, tibios, tormentosos como silenciando los días que pasan, las hojas desvencijadas de los otoños bamboleándose una a una hasta que caigan formando un manto que lo cubre todo; como en una gran danza ceremonial alternando con el color de los atardeceres. Los inviernos con sus árboles vistiendo su desnudez con una mezcla melancólica de tristeza y silencio a la vez. Y, esa tristeza no te apetecía. Las primaveras florecientes donde se mezclan todos los aromas y el revolotear de las mariposas por el aire; los veranos ardientes que te renovaban, te hacían renacer y sentir un placer indescriptible. Donde el Sol, como buen Rey, regenteaba todo, y vos al igual que las chicharras y las iguanas te encantaba salir a la siesta. ¡Tanto que te gustaba pataperrear!
-Fuiste tierra, madera, sol, agua, fuego y un gran misterio en mi vida. Mi soporte, la escucha de mis penas, pesares, alegrías, y revalorizabas mis pequeños, pequeñísimos éxitos. Mi amiga, mi compañera. La que compartía conmigo chismes, secretos, cuentos, historias, desnudeces del alma, viajes, risas y llantos, y también peleas.
-¡Cómo nos divertíamos y disfrutabas como al niño a quién para consuelo se le regala una cometa y con ello juega horas y horas!.
-Te encantaba “hacerte la que te perdías” en los aeropuertos, y te desaparecías, y así te daba lo mismo hablar con un alemán, con un chino o un francés, sin conocer sus idiomas. Yo no sé cómo lo hacías, pero esa era una particularidad que atravesó toda tu vida.
-También te desencontrabas con papá en el centro, y llegaban a casa uno por un lado y otro por el otro y allí comenzaban las recriminaciones del Coco. Vos...... inmutable, parecía que eso te hacía disfrutar, es más...te reías como complotada con vos misma.
-Pasarán los días, los años y hasta el día de mi muerte y siempre estarás presente en mi vida, no te podré olvidar.
-La que me animaba a seguir adelante en todos mis proyectos y mis metas.
-Por distintas vicisitudes de la vida nos encontramos demasiado tarde, como a un costado del camino, ya que me hubiese gustado disfrutarte así a mi lado de pequeña; ya sé que no pudiste, pero lo supiste suplir con esa nobleza que solamente poseen los grandes de espíritu y de corazón, ¡Tan inmenso que nos cobijaba a todos!
-¿Por qué no tener yo esa facultad?, ¿Por qué no he heredado eso de vos?.
A pesar de los problemas, más allá de las discusiones, reconciliaciones; te tuve a mi lado cuando más lo necesité. - Me ayudaste en silencio, con ese silencio que nunca logré comprender, a seguir adelante, a seguir viviendo y a tomar tu experiencia para resolver los problemas cotidianos. Me instaste a escribir y a luchar por los Derechos Humanos, las cuestiones sociales y fundamentalmente por la Vida.
No sé a dónde estás, porque físicamente ya no andas por los rincones de nuestras casas, sólo sé que en mi alma siempre te encuentro, porque sé, porque de alguna forma me lo dijiste, me lo enseñaste, me lo hiciste saber, no con palabras sino que me lo trasladaste con actos y con acciones, que siempre estarás allí.......
Tenías agua para compartir en el más inconmensurable de los desiertos y hoy, en uno de los momentos más conflictivos de mi vida, aunque ya no estés, quiero lograr “eso” que de alguna manera me trasladaste, esa paz interior, esa tranquilidad para resolver situaciones conflictivas, “ese hacer sin palabras”.
Todos los pequeños logros que he alcanzado te lo dedico a vos Angelita, pequeño Ángel de mi Guarda, porque para todo he hecho un gran esfuerzo de mi parte -con vos a mi lado- y quiero seguir teniendo siempre presente, esa fuerza que me supiste proveer, ya que me guiaste como la Cruz del Sur a los peregrinos perdidos y como aquella Estrella Milagrosa que orientó la los Magos de Oriente para encontrar el Niño tan deseado.
Sé que siempre te tendré conmigo y cuando me pierda, miraré al cielo y te buscaré en la Estrella más brillante y sé, porque mi corazón así me lo dice, que allí estarás........
Sil.........Salsipuedes, agosto de 2004
sábado, 12 de septiembre de 2009
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Nena: te olvidaste de recordar que la Ange era fan de Charly García!! y que el Coco, veía todos los noticieros y los partidos de Tenis, Fútbol (porsu), Basquet, etc. y que nos mantenía informadas al minuto!!! Elemental Watson!! Besos. Ana
ResponderEliminarHay dos temas fundamentales:
ResponderEliminar-1) No estaba haciendo una descripción de la Anelita, eso será para otra vez...solo de sus "andares cósmicos", por decirlo de alguna manera....
-2) No es del Coco de quién estaba hablando... Ya tengo algo sobre él también...
Esperá, no seas ansiosa, ya lo publicaré más adelante pues me estoy desayunando con esta herramienta de los "bloggers"...(así se dice y escribe?)... Besos y gracias por el comentario recordatorio...Sil
Te felicito sil!!! Este texto me ha hecho llorar...k´bonito lo k sentís por mamá y es verdad k:..... "Fuiste tierra, madera, sol, agua, fuego y un gran misterio en mi vida. Mi soporte, la escucha de mis penas, pesares, alegrías, y revalorizabas mis pequeños, pequeñísimos éxitos. Mi amiga, mi compañera. La que compartía conmigo chismes, secretos, cuentos, historias, desnudeces del alma, viajes, risas y llantos, y también peleas"........ Así t veo a vos con mamá, así de unidas y aunke vos me digas k no, FUISTE LA PREFER , jeje, de esa DIVINA k es nuestra madre.
ResponderEliminarENHORABUENA POR EL BLOG. besos, laura