sábado, 9 de julio de 2011

Tantas cosas que pasaron... en tan solo 200 años...(1816-2011)

..."Viva la Independencia"!...



..."Cuidado, que yo no escribo más que para mi amigo. Si yo fuese diputado, me aventuraría a hacer al Congreso las siguientes observaciones:...

...Soberano Señor; un americano republicano por principios e inclinación, pero que sacrifica esto mismo por el bien de su suelo, hace al Congreso presente:

1°: Los americanos Provincias Unidas no han tenido otro objeto en su revolución que la emancipación de la mano de hierro español, y pertenecer a una Nación.

2°: ¿Podremos constituirnos república sin una oposición formal del Brasil, sin artes, ciencias, agricultura, población y con una extensión de territorio que con más propiedad pueden llamarse desiertas?

3°: ¿Si por la educación recibida, no repugna a mucha parte de los partidos, un sistema de gobierno puramente popular, persuadiéndose si tiene éste una tendencia a destruir nuestra religión?

4°: ¿Si en el fermento horrendo de nuestras pasiones existentes - choques de partidos indestructibles, y mezquinas rivalidades, no solamente provinciales, sino de pueblo a pueblo - podemos constituirnos nación?

5°: ¿Si los medios violentos a que es preciso recurrir para salvarnos, tendrán o no los resultados que se proponen los buenos americanos y si podrán o no realizar, contrastando con el egoísmo de los pudientes?

Seis años de revolución, y los enemigos victoriosos por todas partes nos oprimen: faltan jefes militares y nuestra desunión no son casuales. Se podrán remediar.
Puede demostrarse que no podemos hacer una guerra de orden por más tiempo que de dos años, por falta de numerario. Y si sigue la contienda no nos queda otros arbitrios que recurrir a la guerra de montonera y en este caso sería hacérnosla a nosotros mismo……………





………………………"¡Hasta cuándo esperamos declarar nuestra independencia! ¿No le parece una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón, y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día se cree dependemos. ¿Qué nos falta más que decirlo? Por otra parte, ¿qué relaciones podremos emprender cuando estamos a pupilo? Los enemigos (y con mucha razón) nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos vasallos... Ánimo, que para los hombres de coraje se han hecho las empresas. Veamos claro, mi amigo; si no se hace, el Congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo éste la soberanía, es una usurpación al que se cree verdadero, es decir, a Fernandito."…

Fragmento de una carta enviada por Don José de San Martín al diputado Tomás Godoy Cruz: Mendoza, 24 de mayo de 1816



Acta de la Independencia argentina: en castellano y en quechua.




Oda escrita en 1966

Nadie es la patria. Ni siquiera el jinete
Que, alto en el alba de una plaza desierta,
Rige un corcel de bronce por el tiempo,
Ni los otros que miran desde el mármol,
Ni los que prodigaron su bélica ceniza
Por los campos de América
O dejaron un verso o una hazaña
O la memoria de una vida cabal
En el justo ejercicio de los días.
Nadie es la patria. Ni siquiera los símbolos.

Nadie es la patria. Ni siquiera el tiempo
Cargado de batallas, de espadas y de éxodos
Y de la lenta población de regiones
Que lindan con la aurora y el ocaso,
Y de rostros que van envejeciendo
En los espejos que se empañan
Y de sufridas agonías anónimas
Que duran hasta el alba
Y de la telaraña de la lluvia
Sobre negros jardines.

La patria, amigos, es un acto perpetuo
Como el perpetuo mundo. (Si el Eterno
Espectador dejara de soñarnos
Un solo instante, nos fulminaría,
Blanco y brusco relámpago, Su olvido.)
Nadie es la patria, pero todos debemos
Ser dignos del antiguo juramento
Que prestaron aquellos caballeros
De ser lo que ignoraban, argentinos,
De ser lo que serían por el hecho
De haber jurado en esa vieja casa.
Somos el porvenir de esos varones,
La justificación de aquellos muertos;
Nuestro deber es la gloriosa carga
Que a nuestra sombra legan esas sombras
Que debemos salvar.
Nadie es la patria, pero todos lo somos.
Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante,
Ese límpido fuego misterioso.

Jorge Luis Borges

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